La Alimentación Consciente: consiste en aplicar la atención plena o “Mindfulness” al comer, poniendo atención e intención a la experiencia de pensamientos, emociones, sensaciones físicas y conductas que tienen lugar antes, durante y después del acto de comer.
Desde el primer pensamiento o deseo de comer, puede haber reacción o respuesta.
Reaccionar significa no darse cuenta de la decisión que se ha tomado de lo que estás comiendo. Pasar inmediatamente de una situación, unos pensamientos y emociones difíciles a la reacción refleja, es automática y habitual.
Responder, en cambio, significa una decisión consciente sobre los pensamientos, las palabras y las acciones en cualquier momento.
Comer conscientemente es aprender a contemplarnos con comprensión, sin juicios y con respeto; y así poder ver nuestra relación con la comida como una fuente de información muy valiosa para saber qué está pasando realmente en el fondo.
Al darnos cuenta de todo lo que nos está influyendo a la hora de decidir nuestra alimentación, vemos que no es nada fácil gestionar lo que está ocurriendo solamente desde lo externo, sin mirar, sin indagar, sin querer conocernos.
Trabajo muy de cerca con otros profesionales para complementar nuestro esfuerzo sobre la nutrición. Hablo de “nuestro esfuerzo” porque el acompañamiento, especialmente en las fases tempranas hacia el autocuidado y la consciencia, es primordial para garantizar resultados satisfactorios.
Mientras hacemos el trabajo emocional también es útil:
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