Mi Inspiración
"La cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura".
- Ferran Adrià
Siempre he creído que fue gracias a mi abuela que me he enamorado del mundo de la alimentación. Ella y mi abuelo fueron los primeros “gourmets” que conocí. En su casa siempre había alimentos de la más alta calidad.
Mi abuela Isabel tenía un puesto de fruta y verdura en
el Mercat de L'Olivar.
Una clienta suya me dijo una vez, “Tu abuela era de las más caras, aunque la calidad de lo que tenía su género también era de lo mejor “.
Cuando mi abuela llegaba al mercado, a primera hora de la mañana, iba a la carnicería o a la pescadería y pedía que le guardaran el mejor género que encontraba para hacer la cena a mi hermana y a mi. Tener el menú en mente o dejarse guiar por el mejor producto del día era una forma de expresar su amor hacia nosotras; y yo sentí ese amor.
La abuela nos traía fruta y verdura fresca, de temporada, en su punto de maduración y de cercanía. ¡Todo lo que predicamos hoy en día y que es tan difícil de conseguir! Ahora buscamos lo que la generación de mi abuela tenía: el buen comer como una costumbre diaria. En aquel entonces no existían los nombres embrollados:
slow food,
kilómetro
0,
productos orgánicos... Y en vez de un paseo en tiempo libre por
un mercado algún fin de semana, era un hábito de varias veces a la semana.
Mi abuela, tan presumida con sus bonitos vestidos, peinado y uñas impecables, sabía que el mercado también ofrece una interacción social y la oportunidad de compartir conocimientos tradicionales sobre algo tan importante para nuestra cultura: la comida y el producto local.
La importancia que ella dió a los alimentos excelentes frescos, su trato y servicio consistente hacia el cliente me inspira y me da un fuerte modelo a seguir en mi vocación como nutricionista.
¿Quién es tu gran influencia en cuanto a tu vocación?
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